Cultura
Los elementos que componen el patrimonio cultural son aquellos de carácter festivo, los monumentos, el urbanismo,… acompañados de una rica gastronomía. El municipio también cuenta con el museo “Los paisajes del Agua”, una colección especialmente significativa e importante dentro del contexto de Lanjarón como pueblo desarrollado en gran medida al calor del turismo de balneario y de la explotación comercial del agua.
Patrimonio monumental y urbanístico
El acervo artístico en Lanjarón se encuentra, primordialmente, en su Barrio Hondillo, con sus curiosas hornacinas, en su larga calle cubierta de tenderetes artesanales, en sus fuentes y en otros elementos de carácter religioso:
Castillo de Lanjarón: Construido en los siglos XII-XIII, con una clara dedicación a la vigilancia, al refugio y a la defensa de la población. No obstante, los restos actuales parecen datar del siglo XVI y ser obra cristiana, siendo hasta tres veces más pequeña que la estructura original árabe. Custodiaba los caminos que unían Granada con la costa, en coordinación con el Castillo de Veléz Benaudalla. Cuentan que tras un ataque personal de Fernando el Católico, “un valeroso caudillo negro” prefirió arrojarse desde una torre a entregarse. Se localiza al suroeste del casco urbano.
Iglesia Ntra. Sra. de la Encanación: Data de finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, construida para sustituir a la anterior, incendiada en los acontecimientos de 1.568. Supone un buen ejemplo de iglesia mudéjar con incorporaciones barrocas e historicistas, como el suntuoso retablo churrigueresco.
Capilla de la Virgen del Pilar de Lanjarón: Fechada en el siglo XIX, dispone de un curioso chapitel de escamas de pizarra.
Ermita de San Roque: La primitiva construcción se remonta a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII. En su interior hay un interesante retablo.
Ermita de San Sebastian: Data del siglo XVI-XVII. Es reflejo de la religiosidad popular de antaño que aún hoy se mantiene.
Ermita del Tajo la Cruz y la de San Isidro.
Convento de las Hijas de la Caridad: Ha acogido durante más de un siglo a una congregación religiosa dedicada a la educación. Durante la Guerra Civil Española fue un improvisado hospital militar.
Pilar de la Fuente de las Adelfas: Sus aguas tienen un característico sabor que lo hace muy visitado, sobre todo en época estival. Ubicado poco antes de La Cañona.
Pilarillo Vuelto o de las Cuatro Esquinas: Es uno de los pocos pilares del pueblo que no ha perdido su forma originaria: dos vasos a distintos niveles de modo que el primero y más pequeño alimenta al segundo y más grande.
Manantial de la Capuchina: Es uno de los manantiales más conocidos y apreciados del municipio, curioso por su sabor picante y por sus inminentes “efectos secundarios”.
Es agua de mineralización débil, clorurada, sódica, cálcica y ferruginosa, muy adecuada para dolencias gastrointestinales e insuficiencias hepáticas.
Manantial del Cenete: Pequeño pilar con caño en forma de abrevadero. Es una de las fuentes más conocidas desde antiguo como punto de aprovisionamiento del pueblo.
Patrimonio agrícola
Las piezas que engarzan la heredad agrícola en el municipio de Lanjarón, son sus conjuntos molinares, sus eras, su calzada histórica y sus albercas:
La “Alberca de la Colonia”, de medianas dimensiones, se ha excavado y embutido en el suelo, presentando una piquera que se cierra con el “chuculón” -tapón de palo-.
La “Alberca del Aceituno”, pública, de grandes dimensiones y una de las más antiguas que se conocen. Se localiza hacia el norte del término municipal.
La “Alberca del Maestro Domingo” se encuentra junto al carril del Cortijo del Cura, y junto a otras albercas cercanas, de modo que es susceptible de ser visitada en conjunto con las demás. Es considerada como una de las albercas viejas que no ha sido remodelada.
En relación a los conjuntos molinares, el “Molino del Chifle”, de carácter harinero es el que mejor se conserva en la zona, situado en las primeras estribaciones del Tajo Colorao. El “Molino de los Picheques”, es también harinero pero con dos plantas que se mantienen en pie, cerca del pueblo.
Como calzada histórica, el “Camino de la Sierra” es la antigua y principal vía de acceso a los cortijos y pagos de la Sierra.
El “Dique en Barranco del Salado” se construye hacia 1929 con el doble propósito de controlar las irregulares avenidas del Barranco del Salado, y sostener las inestables laderas del balneario.
Como huella de la tradicional explotación y transformación de los materiales constructivos autóctonos, destacan la “Calera de la Piedra del Porquero”, en buen estado de conservación y situada al inicio del carril que accede a la Ermita de San Isidro. Y la “Calera del Tajo Colorao”, ubicada frente al núcleo de población, a los pies del Tajo Colorao.
En cuanto a las eras, como elementos representativos de la adaptaciones requeridas para la vida autárquica, se señalan la “Era de la Loma de las Vacas” en buen estado de conservación, la “Era de la Haza del Olivo” y la “Era de la colonia” están asociadas a sendos cortijos.
Fiestas
Fiestas de San Sebastián: 20 de enero. En la víspera de estas fiestas se celebra la Alborá, durante la cual un grupo de músicos recorre las calles del pueblo deteniéndose en las hornacinas sacras que hay en la población. En cada parada se interpretan distintas melodías.
San Antón: en Enero.
Semana Santa. Comienza el domingo de Ramos con la procesión de Las Palmas, también hay procesiones el miércoles, el jueves, el viernes y el sábado santo.
San Marcos: 25 de abril. Los animales son llevados en procesión y reciben un rosco bendecido al final, el cual previene de todo mal.
Día de la Cruz: 3 de mayo. En este día la gente se viste con trajes típicos o de faralaes y van en romería al Tajo de la Cruz. Cada asistente lleva un hornazo -pequeña hogaza de pan con un huevo cocido en el centro-.
Día de San Isidro: 15 de mayo
Fiestas del Agua y del Jamón -Fiesta de San Juan: 24 de junio. El fuego y el agua son los principales protagonistas de esta cita festiva. Los festejos se han convertido en un homenaje al líquido elemento. El momento cumbre lo constituye su celebre “Noche del Agua”, durante una hora nadie se libra de los chapuzones, los calderos de agua son reclamados desde la calle por la multitud. A la mañana siguiente se ofrece una degustación de jamón.
Fiesta de la Parva: Finales de agosto. En esta jornada se conmemora una antigua tarea realizada por los campesinos del lugar. El trabajo de la parva consiste en extraer el trigo de la mies, con la ayuda del trillo y el mulo. Se degusta el típico “puchero de parva”, anís y torta de parva.
La patrona Ntra. Sra. del Rosario: 7 de octubre. Primeros de noviembre: La Castañada. Se asan castañas de la zona y se acompañan con una copita de anís y “gachas de los santos”. La velada se ameniza con una verbena.
Gastronomía
De los platos de Lanjarón destacan: el Potaje de castañas, el Ajopollo, el Jayuyo y el Puchero de hinojos.
Historia
En cuanto al poblamiento parece que pudo remontarse al Neolítico, cuando las gentes de la costa ascendieron por los valles de los ríos en busca de pastos para sus ganados. Parecen haberse encontrado también, algunos indicios del paso de los romanos, atraídos quizás por los yacimientos de hierro del lugar. Quien sabe si fue entonces cuando se introdujo aquí, como en otras muchas zonas, el cultivo del castañar, parte hoy consustancial del paisaje del municipio. Pero no hay clara constancia de ocupación humana hasta el siglo XIII, cuando un grupo de colonizadores bereberes se asentaron aquí. Es posible que fuesen ellos quienes diesen el nombre al pueblo, que seguramente es una castellanización de «Al-lancharon», «lugar de manantiales” en árabe.
Permanecería musulmán Lanjarón hasta la caída del Reino de Granada cuando pasó a manos cristianas, aunque se permitió permanecer aquí a sus originarios moradores. Precisamente ese sería el origen de los más turbulentos acontecimientos en la historia de la localidad con motivo de la Rebelión de los Moriscos. A finales del siglo XIX se registraron algunas convulsiones, pero esta vez por causas naturales, concretamente terremotos y epidemias de cólera que durante un tiempo asolaron la zona.
Espacios
Gran parte de su patrimonio natural se encuentra en Parque Nacional de Sierra Nevada, aunque también se pueden localizar elementos naturales de interés en todo el municipio:
Cabecera del Río Lanjarón: Modelado glaciar y ecosistemas de alta montaña, de excepcional interés paisajístico. Se encuentra entre las crestas de la cuerda de La Dehesa y las últimas estribaciones del Tajo de Los Machos.
Cerro del Caballo: Impresionante cuenca visual. Se trata del primero de los “tres mil” occidental del macizo de Sierra Nevada. Situado al noroeste del municipio, en lo alto de la margen derecha del río.
Castañar de la Huerta: Cobija a multitud de especies animales, como el tejón o el jabalí, y gran cantidad de ornitofauna, con mirlos, oropéndolas, etc. Localizado al norte del término municipal, ocupando la ladera oeste del barranco del río.
Bosque de Eucaliptos de Lanjarón: Da cobijo a una importante cantidad de ornitofauna. En en su interior se encuentran restos de las antiguas minas y fabrica del Ocre, así como un manantial bajo una roca. Se sitúa al suroeste del casco urbano, en torno al Barranco del Salado.
Laguna Cuadrada: Medio modelado por la acción glaciar que ha excavado una pequeña cubeta que ha dado origen a la laguna. Se ubica en la cabecera del Río Lanjarón, a 2.842 metros de altitud, bajo la cuerda de los Tajos Altos.
Laguna de Baro: Destacan los valores geomorfológicos relacionados con la interpretación del paisaje glaciar, con presencia de fauna y flora especifica. Situada en el nacimiento del Río Lanjarón, por lo que también se la conoce como “Laguna de Lanjarón”.
Laguna de Bolaños: Con gran importancia desde el punto de vista geomorfológico y botánico. Al norte del término municipal, justo bajo la cuerda de los Tajos Altos.
Laguna de Nájera: Ocupa una amplia cubeta llana que progresivamente se va convirtiendo en pendiente hacia su extremo oriental, buscando el valle del río. En la ladera oeste del Río Lanjarón.
Laguna del Caballo: Comparte los valores propios de la alta montaña, con presencia de fauna y flora especificas. Situada en la base del Pico del Caballo, a 2.850 metros de altitud.
Lagunilla del Lavadero de la Reina: Aparecen restos de los elementos más característicos del paisaje glaciar. Alrededor de la Laguna se desarrolla un amplio estrato de borreguil -ecosistema vegetal de alta montaña propio de las zonas húmedas-. Se localiza al Norte, en la ladera oeste del Río Lanjarón.
Pinar de Prado Abarca: Mancha prácticamente mono especifica de pinar de repoblación de gran porte. Se ubica al noroeste del término municipal.
Reserva Forestal de Tello: desgraciadamente, la gran cantidad de coníferas, entre las que destacaban las enormes secuoyas, fue asolada hace poco por un devastador incendio.
Tajo Colorao: Gran paredón calizo y vertical, de tonos anaranjados. Se prolonga desde El Visillo hasta las inmediaciones del cortijo de la Haza del Olivo. Se localiza al sur, frente al pueblo.
Travertinos del Valle del Río: Forman parte de una orla de mayor extensión sobre la que, en parte, se encuentra asentado el pueblo. Se ubican frente al Tajo Colorao.
Turismo
Adecuación Recreativa Huerta de las Monjas: Al norte del pueblo, y a media ladera sobre la margen derecha del río Lanjarón.
Balneario de Lanjarón: Localizado a la entrada del pueblo, según se viene desde Granada.
Centro de Información Turística: Se ubica a la entrada del pueblo, según se viene desde Granada y frente al Balneario.
Los Paisajes del Agua: Exposición en la que pueden verse aspectos relativos a las costumbres, historia y contexto geográfico del municipio y especialmente del balneario.
Mirador de La Cañona: situado al lado derecho de la A-348. A la entrada de la población desde Granada, cerca de la fuente de las Adelfas.
Mirador de la Variante.
Mirador del Visillo.
Refugios de Montaña: Cerrillo Redondo (ubicado en el extremo norte del término municipal, en la ladera de la margen izquierda del río Lanjarón, a unos 2.810 de altitud), el del Peñón Colorado (en la margen derecha del río Lanjarón, a una altitud de 2.840 metros y bajo la cuerda de los Tajos Altos), el del Caballo (ubicado en la zona de la cuenca alta del río Lanjarón, al pié del Cerro del Caballo y junto a la laguna del mismo nombre) y el de Ventura (al norte del término municipal, en la margen derecha del río Lanjarón, a unos 2.200 metros de altitud sobre los tajos de la Haza del Sordo).
Restaurantes: La larga tradición turística de Lanjarón hace que exista una variada oferta de restaurantes distribuidos por todo el municipio.